19.10.09

IONEL SCHEIN

Ionel Shein fue arquitecto de origen rumano y a lo largo de su carrera tuvo una labor investigadora con la que consiguió grandes aportaciones a la historia de la arquitectura. El plástico, uno de los materiales más importantes del siglo XX y que lo vemos presente en todos los objetos más básicos de nuestra vida cotidiana también fue objeto de estudio con aplicación sobre la arquitectura.
Schein presentó en 1955 la primera obra de arquitectura que puede ser considerada de plástico. Catorce tipos de plásticos que conforman un sistema constructivo aplicado al caso de la vivienda con un esquema concéntrico que alberga en su centro y de manera exenta un núcleo húmedo con cocina y baño que fueron construidos con poliéster, alrededor del cual se disponen una serie de espacios servidos como son los dormitorios y las salas de estancia. Un modelo que en teoría permite un crecimiento de la célula de la vivienda entorno a un núcleo servidor. Cabe citar que esta tipología está directamente relacionada con una propuesta de Peter Cook en sus inicios.


Lo que comenzó por un prototipo fue finalmente construido por la revista Elle en colaboración con la empresa Charbonnages de France.
Esta vivienda tuvo una gran repercusión ya que el nuevo y revolucionario material tenía una aplicación directa sobre la arquitectura, que no deja de ser al fin y al cabo algo imprescindible en la vida de un ser humano y que va a condicionar muchos aspectos de esta, desde la durabilidad de los materiales que la conforman hasta el mantenimiento de estos. En la investigación realizada se han encontrado catálogos que aparecen en revistas francesas de viviendas de plástico, la prefabricación de viviendas es una realidad ya en 1971.

Al indagar en lo que supuso esta obra para la historia de la arquitectura vemos que el nombre de Ionel Schein está directamente relacionado con los grandes; Buckmisnter Fuller, Nigel Coates y una serie de movimientos intelectuales que investigaban conceptos como el Plug-in-city o aquella arquitectura “for everyone”, todo ello inmerso en una filosofía íntimamente ligada a una cultura Pop donde Archigram también fue parte protagonista.

En la historia de la aplicación de los plásticos a la arquitectura ha dependido en gran medida de la relación entre aspectos puramente técnicos y otros de tipo cultural.
No hay que olvidar que el plástico surge como respuesta a una sociedad que crecía a pasos agigantados y que debía producir objetos que en ese momento se convertían en exclusivos. Fue en 1869 cuando John Wesley Hyatt intentando descubrir un sustituto de las bolas de billar da con el celuloide. Aunque fue un intento fallido, este luego hizo que la industria cinematográfica despegara y dependiera del celuoide.
El siguiente paso fue el descubrimiento de la baquelita, una resina fenólica que se convirtió en el primer plástico termoestable obtenido completamente por vía sintética.


No fue realmente hasta 1920 cuando realmente el estudio científico y riguroso de los polímeros hiciese que evolucionara de tal manera que lo haga tan común e imprescindible como en la actualidad.
Fue Hermann Staudinger y ya todo lo relacionado entorno al plástico no eran invenciones puntuales sino que comenzaba a entrar en una edad adulta.
Además al mismo tiempo se desarrolla la ciencia de los materiales, en la que las investigaciones combinan métodos experimentales con el diseño y la definición de las cualidades de los nuevos materiales a través de la química macromolecular.

Como se ha explicado anteriormente, no solo interesa el plástico desde el punto de vista científico, sino también desde el punto de vista cultural. Pues existe un cambio básico una vez finalizada la II Guerra Mundial. Aparece un bienestar social basado en gran medida en los objetos de consumo. Dentro de este marco el uso de materiales plásticos se dispara incluso llega al corazón de la casa americana: la cocina. Electrodomésticos, nuevos aparatos que cambian los modos de vida, el famoso Tupperware… es el material soñado de la época, y queda desde el principio asociado al progreso, a la modernidad y a la cultura pop.

En los 70, con el aumento del precio del crudo hace que la visión del plástica sea en general negativa, pues supone un gasto energético que no se podía tolerar, su escasa durabilidad, su origen en combustibles fósiles… sin embargo esto tampoco supuso una gran crisis, pues se siguió empleando este material, y en arquitectura aparece en tuberías, conducciones, aislantes, protecciones transparentes, revestimientos…

Hoy en día, parece que en los último años vuelve a pisar con fuerza en el mundo de la arquitectura. Además los fabricantes quieren que sea reciclable y junto con la inestimable ayuda de la ingeniería se crean prototipos tan interesantes como el estadio Allianz Arena de Munich que propone unas membranas EFTE infladas con aire a presión. O la plastic house de Kuma, o todas las arquitecturas que utlizan plástico y aire.

1 comentario:

Estudiante UDC dijo...

Buenos días, estoy realizando un trabajo acerca de esta casa en concreto. Me está resultando difícil encontrar una bibliografía adecuada, ¿podría decirme la bibliografía de la que obtuvo la información?

Gracias, un saludo.